viernes, 28 de febrero de 2014

Oniromancia



I

Anoche soñé con mi propia muerte. Un plano en picado. Yo de unos setenta y pico años, casi igual de blanco que ahora pero con algunos lunares más. Una frente calva. Una melena blanca por los hombros y una barba larga en la barbilla casi hasta la nuez. Blanca. Un taparrabos estilo cristiano. Modelo Jesucristo. Aunque no me llevaban en cruz. No sé quién me llevaba. Sólo veo sus cabezas. No reconozco a nadie. Sólo me reconozco a mi aunque nunca me haya visto así. Sólo reconozco mi muerte. La puerta de umbral en oscuridad por la que me van a introducir. No hay ningún otro tipo de plano. Plano secuencia en picado. Desde una grúa bien alta. No hay angular. La acción no sufre ningún corte. Es algo silencioso. Rápido.


II


Y al día siguiente soñé con Camboya. Con una ciudad en llamas. Con sus gentes en llamas. Con una selva en llamas. Con sus templos en llamas. Con mi pelo lacio y el tuyo rizoso quemándose. Y nuestros cuerpos rotos quemándose. Había un vértigo en todo ello. Todo era luz día. Todo era en movimiento. Muy cerca y muy corto. Desenfocado. Y todo era fuego negro. Que termina al corte cuando despierto. Quemándome.

















2 comentarios:

  1. Excelente blog, iré leyendo viejas entradas para conocerte mejor. Sin dudas, me suscribo :D. Que tengas excelente día!!

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  2. Y al día siguiente soñé con Camboya...

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