REUNIÓN
Primavera. Aún hay
heladas. Los abrigos de paño azul alrededor de un árbol. Siempre
hay un árbol. Con o sin lechuzas. Falta uno. Ahora ya podemos
empezar la reunión. Barbas frígidas se van humedeciendo. Niebla
cancerígena. Dedos inquietos en el interior de bolsillos vacíos.
Mirar a otra persona es algo inquietante. Decenas de premisas.
Inducción. Quiero que te calles. Apagad las pipas. Tú has
embarazado a unas cuantas. Ya, ya sé cómo funciona esto. No
entiendo por qué tú y ese otro estáis aquí. ¿En primavera caen
las hojas? No es una buena mañana. Aunque ahora no existe vuelta
atrás. No están ahí bajo ese árbol precisamente por cobardes. La
tierra hace a los hombres asesinos. O al revés. Vosotros podéis
iros ya. Todo está claro para vosotros. Aquí aún nos queda algo.
Algunas aves también emigran en primavera. Tú tienes la sangre muy
caliente. Los dedos se abrazan en puños. Algunos lo achacan a una
mala crianza. Un desierto. Un desierto de hormigón. Antes fue de
hierro. Hierro. Algunos objetos son ideas en sí mismos. Alma mater.
Labrar el camino. No exige más velar este árbol. Carvallo. Los
abrigos de paño azul planean sobre el vacío. La primavera no es
duda. Sólo tu sabes lo que es. El puño entumecido suelta sus dedos
frágiles.
REV.
CUADRO CLÍNICO
Mujer
adulta en el diván. Gracias doctor, es cierto. Antes era una chica
muy bonita. Ideales. Bueno, ya no me acuerdo. Llevo quince años
casada. Por supuesto. El punk ha muerto. El grunge también. ¿Ahora
no existe nada? Bueno supongo que hay demasiadas cosas en realidad.
La destrucción es necesaria para la construcción. Rev. El día de
la final mi marido estuvo toda la noche fuera de casa celebrándolo.
Hay que saber leer los periódicos. Quedé sorprendida por su
juventud. Sí, satisfecha es un buen adjetivo. El remordimiento no es
exclusivo de católicos. Hay muebles que se mimetizan en personas.
Idem. Psicoanalizar el vacío. El silencio se presenta como algo
difícil. Los tacones al principio me hacían daño. Busco mis
herramientas. Demasiada lluvia trae inundaciones. Aún tienes por
delante un tramo largo. Una libreta por llenar de garabatos. Hay que
vivir de algo. No sufro especialmente por ello. Sí, ya se lo he
dicho antes. Antes era una chica muy bonita. Insinúa que ahora no lo
soy. Me pone nervioso. Este sofá con aspecto de diván está algo
viejo. Todo está muriendo. Relación paciente profesor doctor.
Próximas citas. Más café en nuestros blandos vientres. Decir la
verdad o conquistarla. Aún tenemos edad. De la nada queda todo por
sacar.
ZONA CERO PROGRESANDO
El progreso es una
palabra sagrada. Contra ella no se entiende ninguna clase de disputa.
Fumata blanca de la ciencia. Que una máquina quita el puesto de
trabajo a cientos de trabajadores, progreso, que la superproducción
de ciertos alimentos destinados a unos países deja sin otros
alimentos a otros países, progreso, que este o ese misil nuevo tiene
mayor alcance, puro progreso, los experimentos con animales,
progreso, la clonación, las centrales nucleares, todo progreso. No
hay de qué preocuparse. Si Fukushima explota no hay de qué
preocuparse. El progreso vendrá en ayuda de todos. El progreso
construirá un escudo para todos, un techo de cristal empañado de
radiación. Pero no traspasará ese cristal no os preocupéis. El
progreso creará un escudo anti-misiles y luego otro anti-polución y
uno anti-radiación, por supuesto, y todos lo escudos que
necesitemos. Y mascarillas de oxígeno incorporadas a nuestros
cuerpos y totalmente personalizadas, porque tus pulmones ya no
sabrán cómo funcionar. O simplemente no pueden. Pero el progreso no
te dará una cura contra el cáncer ni otra contra el sida ni una
solución a la autodestrucción. No. Ni dará de comer a todo el
mundo, no, ni radicará la pobreza ni mucho menos. Porque el
progreso es sólo un arma. Y todos que las
armas son ese algo tan peligroso que mejor no tocar.
Desgraciadamente todo se olvida. No somos
capaces de reconocer ni a un pájaro comiendo una migaja de pan en
un parque. Pueden sustituir el agua por algún suero de farmacia,
pueden programar tu cerebro, te pondrán un brazo de carbono
articulado con una sensible piel de laboratorio adaptable y
perfectamente maquillada, todo a su debido precio por su puesto. El
progreso es el egoísmo humano llevado a cabo con todas sus
consecuencias. Adelante progreso, adelante, guíanos. Tú eres el
dueño de la Tierra. La tierra no es nadie. Nosotros tus siervos.
Hagamos una gran pira.