Las lluvias de
primavera
traen el olor
de los muertos de
julio
cómo odio la
carretera de la Coruña
conducir al lado de
los nietos del pollo gigante
atascado entre los
siervos de la corporación
donde todo se pudo
haber salvado
el viento de Gernika
me lleva hacia el mar
a las costas de
Málaga y Almería
en las cuáles mi
herencia se desbandó
donde mi nueva clase
quedó marcada
entre el latón y el
caló
de las ferias y las
lluvias
de primavera
la tormenta cruza la
mancha
Oh La Mancha
una recta abanderada
de prostíbulos
llaveros de la GC y
el SUP
camareros de
tatuajes mitológicos
que salivan su asco
por mi
mientras amablemente
los invito a dar un
paseo
las lluvias de
primavera
traen el olor
de los muertos de
julio
y este es otro poema inacabado
Interesante mezcla de mitología decadente y mitología personal. La realidad, además de no existir, está más que sucia o ensuciada. Me gustó mucho amigo...
ResponderEliminarGracias amigo! Pues sí, desgraciadamente aquí compartimos una historia triste y demencial que continúa...
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