Solo. Solo con tu propio parásito. Alimentándolo. Con tu cuerpo
raquítico sosteniéndose en una pequeña mentira que queda viva. La
que se comunica con los demás a través de la enfermedad. Unos pocos
saludos. Unos pocos besos. Un hilo sonoro invisible de rabia y odio.
La lucha de tu parásito contra el suyo. La lucha de los hermanos de
la muerte. El destino insaciable de la conquista y el devoro. Solo.
Solo entre enfermos y condenados. Deambulando entre raíces:
βίος/τέχνη.
Solo entre el escombro del cosmos. Enfermo, succionado, exterminado.
Solo. Solo en el sacrificio y el exterminio. Solo ante la sangre y la
palabra muda. Solo. Solo pisando oro y polvo. Solo ante el nuevo
nacimiento negro de luz. Lleno de parásitos hambrientos de sueño y
ley. Solo. Solo en el ruido. Solo en el silencio. Solo con con tu
propio parásito.
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