Era una caldera
ardiendo
explosionada
en una calle cloaca
esperando a la peste
bajo banderas de
hambrunas.
Incapaces todos de
decir la verdad
llenos de suciedad y
muerte
un niño
recorre piedras con
la boca
con las manos libres
de la enfermedad
pero orgulloso de la
violencia
con una sonrisa ante
la jerarquía
con una sonrisa ante
el reconocimiento
de la muerte.
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